Nos especializamos en entender a cada gato, incluso a los que no buscan contacto. No forzamos interacciones. Observamos, respetamos y nos adaptamos. Algunos gatos se esconden el primer día… y al tercero nos esperan en la puerta. Con paciencia y sensibilidad, creamos un espacio donde se sientan seguros, sin invadir su mundo.

Es la primera duda de casi todas las familias que nos contactan, y es totalmente normal. Por eso antes de comenzar, realizamos una visita gratuita donde nos conocemos personalmente. Tú ves quién entra a tu casa, y tu gato también. Durante el servicio, mantenemos contacto diario con fotos, vídeos y actualizaciones. Nos ganamos tu confianza con hechos, no con promesas.

Cada visita incluye mucho más que comida y arenero: cuidamos todos los detalles. Refrescamos agua, limpiamos con esmero, jugamos si el gato quiere, damos medicación si es necesario, y revisamos que todo esté en orden en casa. Además, recibirás informes con fotos y vídeos para que sepas cómo está tu compañero en todo momento.

Estamos preparadas para actuar rápido y con sentido común. Si notamos cualquier señal preocupante, te avisamos de inmediato. Podemos llevarlo al veterinario que tú elijas o al que nos indiques previamente. Nuestro equipo tiene experiencia en detectar cambios de comportamiento y tomar decisiones responsables. Tu gato estará en buenas manos, incluso en lo inesperado.

Sí, puedes contactarnos aunque todavía estés organizando tu viaje. Te orientamos, te informamos de disponibilidad y, si lo necesitas, bloqueamos fechas sin compromiso. También atendemos urgencias siempre que nos sea posible. Lo importante es que sientas apoyo y flexibilidad desde el primer contacto.